Nada hay que buscar fuera de uno mismo, la perfección, la santidad ,la totalidad están dentro de cada uno de los individuos que caminamos por el planeta.

Ser íntegro, ser total en el momento presente es respetar tu existencia y al hacerlo agradeces tanto las luces como las sombras que te acompañan.

Ser feliz, donde estés, con quien se halle a tu lado es reconocer tu divinidad.

No le des lugar al sufrimiento ni a la frustración tratando de ser como alguien, sé siempre tú mismo y no una copia... ni siquiera del más exquisito de los Maestros.

Destaca tus cualidades, exalta tus valores y reconoce tus sombras que puedes transformar en la más brillante de tus luces.

Sé como el sol de cada amanecer ,expandiendo su Luz y aunque haya días nublados o grises...igual está presente.