Aceptación de uno mismo y aceptación de los demás, más allá de las diferencias, sabiendo que en cada ser habita una individualidad, pero más allá de esto, en esencia todos comulgamos con la pertenencia de esa chispa divina, ese fulgor especial que nos enreda y amalgama en una misma textura como fibras de seda en el telar de la vida….

Ser impecable….tarea de cada día, observando los errores humanos con la determinación de ser mejores, trabajar en los defectos, en las carencias, con elevado sentido de la humildad, la honestidad y el perdón…

Saber barrer cada mañana el polvo que los vientos de la vida acumularon en tu umbral, con perseverancia, con paciencia, permitiendo así que los umbrales permanezcan limpios, para que pueda entrar sutil la luz a tu morada….iluminar tu ser….salir sutil la luz desde tu morada…iluminar a los demás…compartir la luz…
aun sabiendo que volverá a juntarse el polvo…pues los vientos de la vida no cesan….
trabajar en la coherencia, mostrar por fuera lo que habita dentro, sentir, pensar, obrar en un mismo sentido….ser testimonio de nosotros mismos.

Amar la libertad, vivir en ella, contagiar la libertad, ese vuelo de las almas que surcan el cielo, las más altas cumbres de las emociones, que la libertad fluya por tus venas y brote por tus poros, y que cuando pases…tu aroma sea el dulce y suave aroma de los que eligieron ser libres….
aceptar la disciplina mas allá de la propia resistencia, el orden es importante, ordenemos nuestros cuerpos con alimento sano, con sano ejercicio, con descanso, con aseo.

Ordenemos nuestra mente con buenas lecturas, nutrámosla con pensamientos buenos y nuevos, con sueños de paz y amor, ordenemos nuestro espíritu con la meditación diaria, ese espacio virtual donde se detienen los relojes, donde desaparece el arduo trajín… y logramos la mágica conexión con el alma del mundo, el gran sol central que nos baña con su dorada luz y de este modo repara amorosamente cada uno de nuestro cuerpos.

Aprender a discernir, desarrollar la intuición, observarlo todo sin juzgar, muñidos de la santa indiferencia, buscando siempre la integridad espiritual.

Recordar a diario hasta lograr integrarlo a nuestro ser como una segunda piel, los cuatro acuerdos, los principios reiki.

Ser consecuente, perseverante, y agradecido como quien trabaja en un hermoso jardín ,y lo cuida. Saber que habrá que quitar las malezas, regar para nutrir, proteger los retoños del sol abrasador, cubrirlos en invierno para que no se mueran….sembrar semillas nuevas cada primavera, saborear los dulces frutos, cada verano….y ser feliz con el producto de nuestras propias manos, laboriosos y agradecidos…aceptar la vida-muerte-vida como un proceso propio de este plano material.

Aprender a soltar, con la certeza que luego las desnudas ramas volverán a llenarse de hojas, de flores, de frutos, de nidos…en fin, volverán a llenarse de vida ,mientras nuestros embelesados ojos son felices testigos de cada milagro….

Ser alegres….reflejar la alegría que es el estado del ser más sublime…la serena alegría cotidiana…
alegría de saber que puedes crear la vida a tu manera, y así ser uno con tu conciencia.-
la alegría es una emanación que debemos cultivar y compartir.

Así nos convertimos en guardianes de la tradición, dejar de lado el ego y estar disponibles para los demás.Ser humildes…nosotros no sanamos, solo somos un puente de unión entre la energía vital y la energía universal, pues la verdadera sanación viene del interior de aquel que ha venido a buscarla.

En conclusión queremos y elegimos ser guardianes de la luz….jardineros del amor, para que nuestro jardín se llene de aromas de dulce libertad….para que a nuestro jardín.. .nuestro hadiqat, puedan venir a descansar todos aquellos que escuchen el llamado de su corazón.-

Finalmente... El maestro de la vida, sabe que las almas y los corazones siempre vuelan al lugar donde tienen su tesoro.

Con Amor Incondicional

Prakriti, Chidananda, Atmavani

Ragavha, Atmaran, Biswas, Hridayam

Atmasidhi, Sigdaya, Anahatam,

Brihaspati